(Disculpen por la mala calidad de la foto. Bah, en realidad no es mala la calidad pero no soy muy amiga del flash y como era de noche, tuve que usarlo :/)
Para 2 personas con estómago ya bastante entrenado en el arte de comer mucho (nuestro caso):
- 250 g de arroz cocido (yo usé arroz blanco porque salió en el momento y no tenía arroz integral ya remojado, pero debe quedar genial con cualquier tipo de arroz)
- Zanahoria, 1 o 2 dependiendo el tamaño
- 1 zucchini (pueden usar cualquier otro tipo de calabacín)
- 1 cebolla chica o la mitad de una cebolla grande
- Morrón, cantidad a gusto y color también a gusto
- Sal marina, cantidad necesaria.
Procedimiento:
Mientras esperamos que el agua hierva (para cocer el arroz) vamos picando la cebolla, cortamos bien chiquito el morrón (le dicen pimiento dulce en otros países me parece), cortamos la/s zanahoria/s en rodajas bien finitas, lo mismo con el zucchini. Cuando el agua hierve, le agregamos sal marina y metemos el arroz. Mientras el arroz se hace, ponemos en una sartén bastante honda o en una olla un chorrito de aceite y bastante agua (más o menos 1/4 de taza de agua), lo llevamos al fuego y ponemos la cebolla. Tapamos, y agregamos el morrón cuando veamos que la cebolla se puede partir a la mitad fácilmente. Probablemente en este momento al sartén u olla le quede poquita agua, si ya se evaporó el agua por completo agregamos un poquito más y volvemos a tapar. Cuando vemos que el morrón ya está blandito, le mandamos las zanahorias en rodajas, le agregamos un poquito más de agua y una pizca de sal marina, y volvemos a tapar. Una vez que vemos que las zanahorias se ablandaron (en un ratito se ablandan si se cortan bien finitas las rodajas), metemos el zucchini en rodajas, agregamos un poquito más de sal, y revolvemos no constantemente sino más bien espaciado, para que la zanahoria y el zucchini se doren un poco. No hace falta agregarle agua porque el zucchini va sacando un poquito de líquido a medida que se cocina. Para este momento seguramente el arroz ya va a estar cocido (si es arroz blanco) así que lo colamos y lo agregamos a la mezcla de verduras. Revolvemos un poco, para que se integren bien los gustos, probamos si está bien de sal, tapamos un poquito y finalmente apagamos el fuego.
Para espolvorear por encima, levadura en copos o lo que más te guste.
Con esta forma de cocinar, agregando agua a los salteados o sofritos, lo que hacemos es gastar menos aceite, por ende es más sano y corremos menos riesgo de que las verduras se quemen (a todos nos pasó alguna vez eso de colgarse con otra cosa y cuando te acordás de que habías puesto la cebolla a rehogar, te fijás y está toda quemada). Esto me lo enseñó una amiga, que tiene problemas de hígado y evita consumir aceite ya cocinada, que es cuando realmente nos hace mal. En sí el aceite no es malo pero cuando eleva temperatura le puede costar mucho a nuestro organismo asimilarlo. Ella directamente cocina con agua, no le agrega aceite para cocinar, sino que se lo agrega después, cuando ya lo sirvió en el plato. Debo decirles que yo no le tenía mucha fe pero cuando probé, queda más rico el aceite crudo mezclado en la preparación ya hecha. Es cuestión de animarse a probar! :)
Un abrazo enorme lleno de luz ♥
Aquí no hay quien llegue primero, aquí está el que se ama, ama al prójimo, es inteligente, es verdadero. - Todos escuchen, Zona Ganjah.
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